No hace falta decir ni una sola palabra. Dicen que la vergüenza controla toda la conducta humana. Se trata de quienes creemos que somos. Pero al final no podemos ocultarlo, y el cuerpo no miente. La verdad esta ahí para que la vea todo el mundo.
La vergüenza puede asfixiarnos, matarnos. Puede pudrirnos por dentro si se lo permitimos; así que no dejemos que eso pase.
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