Cuando me adentro en tus ojos es como ver el cielo nocturno o un hermoso amanecer. Cuentan tanto... Y al igual que las viejas estrellas, veo que has luchado un mundo para llegar justo a donde estas y me pregunto... ¿cuántos años tiene tu alma?
Cuando necesites espacio para poner en orden tus ideas yo estaré aquí esperando pacientemente hasta que estés listo. Porque incluso las estrellas se queman y hasta algunas caen a la tierra. Se que tenemos mucho que aprender pero vale la pena intentarlo, así que no me daré por vencido.
Y la verdad es que no quiero ser alguien que se va tan fácilmente. Estoy aquí para quedarme y marcar la diferencia de la que se que soy capaz. Nuestras diferencias hacen mucho para enseñarnos cómo usar las herramientas, las habilidades que tenemos, porque sí; tenemos mucho en juego. Y al final, sigues siendo mi amigo pero al menos intentamos que funcionara. No nos rendimos ni nos quemamos como algunas estrellas. Pero tuvimos que aprender cómo ser flexibles sin que el mundo se derrumbase a nuestros pies. Tuve que aprender qué tengo y lo que no soy y sobre todo, quién soy.
Pero a pesar de ello, no me voy a dar por vencido con lo nuestro, incluso si surgen tormentas inesperadas te daré todo mi amor y yo seguiré mirando hacia arriba.
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