A veces cuando no sé dónde estoy me haces sentir como si fuese un niño en vez de un hombre.
Hay momentos en los que no me regalas una sonrisa y entonces me despierto por las noches y me preocupo por un momento. Pero en el fondo sé que no pasa nada porque brillas incluso en el día más lluvioso y siempre puedo encontrar tu resplandor que me guía allá donde quiera que estés.
Hay momentos en los que lloro sin derramar una lágrima porque me siento tan lejos aunque tu cuerpo esté a mi lado. Y sí, hubo momentos en los que me asome a tu puerta y pensé que no volvería a verte nunca más
Así que si alguna vez necesitas una mano que te ayude, llegaré corriendo sin pensarlo porque se que no nos separaremos hasta el final y ya deberías saberlo porque lo acordamos de corazón a corazón.
1 comentarios:
De corazón a corazón, que laten al mismo compás, el de una vida juntos, aunque estemos lejos, aunque estemos cerca. Porque incluso cuando el tiempo se agote y el final llegue, seguirán la tiendo como ecos en el firmamento. Permanecerán siempre marcando el sonido de nuestro propio universo.
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