Tu salvaje te has adentrado. Has invadido los huecos internos acelerando cada latido. Te has adueñado de mis pensamientos.
Te has traído el delirio y la ausencia. Sabe tu sangre a pereza encarnada recordando cómo masticabas los besos de la tierra con mi dolor matutino de tristeza.
Por favor; me cuesta respirar, así que si vas a matar, este es un buen momento. Mátame ya y llena este final porque ya no puedo más.
0 comentarios:
Publicar un comentario