Es difícil luchar contra ciertos prejuicios. Es importante tener la mente abierta. Así aprendemos, así crecemos, así avanzamos. Yo diría que no; hasta que dejamos que los prejuicios nos dominen. Hasta que sucumbimos a lo que nos parece bien o bueno o nos satisface en el momento. E incluso entonces, en nuestro interior solemos saber que vamos a lamentarlo.
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