Porque nada vale nada en un lado o en el otro se equilibra la balanza y duele todo, tanto todo.
En un lado todo el daño, todo lo bueno en el otro. Pero yo nunca en el centro, siempre haciendo algún destrozo.
Y ya no puedo coserme, reinventarme ni quererme. Ha sido todo tan raro, sucedió todo tan fuerte....
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