Este cuarto sigue en absoluta oscuridad y las persianas hace tiempo que se cerraron. A pesar del tiempo que ha pasado, las sensaciones y emociones de lo que espera ahí afuera siguen siendo demasiado intensas para poder soportarlas.
Puede que todo se acabe y desvanezca al romper los finos hilos, pero no sucederá está noche y aunque haya crecido sigo llorando como un niño. No puedo dejar de dormir rodeado de tu ropa y recuerdos al igual que tu no puedes dejar de llamarme a cada momento.
Me miro en el espejo y no paro de repetirme lo mismo. Seré fuerte y aguantaré hasta el final, solo queda un último empujón. Solo te pido que no vengas en mi ayuda para decirme lo mucho que te importa. Al fin estoy viendo la luz y no quiero que se vuelva a desvanecer o perderse en la fría oscuridad del vacío. Lo peor ya ha pasado y seguimos hacia adelante aunque sigo intentando dejarte marchar.
¿A caso aún no lo ves? estoy intentando recuperarme y día a día lo haces más difícil. Se que quisieras disculparte por todo lo que ha acontecido pero tengo que decir que ya escuché esa historia demasiadas veces y no quiero seguir sintiéndome como un necio. ¿Puedes entenderlo?
Siempre pensé que tú serías esa persona única en el mundo; esa que siempre necesitaría. Mi hogar. Mi refugio. Pero de repente tus recuerdos y el tiempo se han convertido en mi mayor enemigo, que una vez más traen el frío y la lluvia a la puerta de mi caída para convertirse en testigos.
Pero... ¿Y si se levantan las persianas?
By Sam
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