Sonreí, y salté sin mirar al vacío de la vida. Todo estaba oscuro y frío y me perdí en su infinito laberinto de caminos. Pero sin duda, volvería a hacerlo.
Capturé un sentimiento, como se captura un cielo sin techo o un puesta de sol en un marco. He vivido en mi licor y sé que moriré en un parpadeo mientras otros recuerdan en sus mentes las llamas que me rodeaban.
Pero.. ¿sabéis una cosa? Un poco de locura es la clave para soportar esta vida y ver nuevos colores. Nunca sabremos dónde nos llevarán y es por eso que los necesitamos y nos necesitan
Asi que brindo por todos aquellos que soñamos, a los cuales a veces nos llaman tontos o necios al parecer. Rebeldes. Pintores. Poetas. Alocados. Brindo por todos los corazones que sufren y por todos los desastres que somos capaces de provocar.
Y justo ahora, en el final, lo vuelvo a ver todo claro. El vacío de la vida, las llamas, los necios... pero siempre sonriendo. Y me dispongo a hacerlo de nuevo, una vez más.
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