Dudosos reflejos aparecen cada día haciéndome mirar hacia el pasado como un fantasma. Abandonado para despertar como un perro en mitad de la fría y oscura noche. Pero sé que todo esto es sólo un instante, un momento, y que todo pasará y mi corazón se hará fuerte y aprenderá de los errores cometidos.
Y me pregunto, ¿qué hay detrás del número? sólo se esconden 27 años en los que aún no he tenido tiempo de aprender de mis lágrimas y tampoco ha sido suficiente para vivir con el miedo. Simplemente me doy cuenta que no puedo acabar antes de tiempo.
Toda mi juventud, todo el dolor que he sentido y todo aquello prestado no volverá a suceder de nuevo y lo único que quedará tras desvanecerme será amor. No debería estar viendo esa luz blanca que brilla como un fenómeno maravilloso, de la misma forma que no se debe escuchar una sinfonía inacabada. Ya no puedo seguir respirando y descubro en este mismo instante todo lo que podría haber sido y que es necesario vivir lo suficiente para aprender a vivir.
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