En realidad nunca he encontrado un lugar al que llamar hogar porque nunca me quedo el tiempo suficiente para hacerlo. He vuelto a pedir perdón una vez más porque no estoy enamorado pero no es que moleste precisamente que tu corazón no esté exactamente rompiéndose en mil pedazos. Pero es solo un pensamiento... nada más que un pensamiento.
Pero si mi vida está en alquiler y no aprendo a comprar, bueno... creo que no merezco más de lo que tengo porque nada de lo que poseo es realmente mío.
Siempre he pensado que me encantaría vivir cerca del mar, viajar solo por el mundo y vivir de una forma más sencilla. Sin embargo, he de confesar que no tengo ni idea de qué paso con aquel sueño porque en realidad aquí no queda nada que me retenga. Pero es un pensamiento... nada más que un pensamiento.
Y mientras mi corazón siga siendo un escudo, y no lo dejaré caer mientras esté tan asustado a fracasar impidiéndome incluso intentarlo, ¿cómo puedo decir que sigo vivo?