Y es que vi el final incluso antes de empezar, ya que al ver que estabas cegada supe que gané.
Tocaste mi corazón, me llegaste al alma. Cambiaste mi vida y todas mis metas. Y me di cuenta de que el amor es ciego cuando me cegaste el corazón. Besé tus labios y sostuve tu cabeza. Compartí tus sueños, compartí tu cama. Te conozco bien, reconozco tu aroma y he de decir que eres mi gran adicción.
Soy un soñador, pero cuando despierto me doy cuenta de que no puedes romper mi espíritu porque mis sueños se quedan contigo. Quiero creer que seguiremos hacia adelante, así que te pido por favor que recordemos todo lo que hemos sido.
Te veo llorar. Te veo sonreír. Te observo mientras duermes y te confieso que me gustaría ser el padre de tus hijos. Me gustaría pasar el resto de mis días junto a ti. Conozco tus miedos y tu conoces los míos, y aunque tenemos nuestras dudas y ahora estemos bien y te quiero, porque de eso estoy seguro, no puedo vivir sin ti.
Y sujeto tu mano con la mía cuando estoy durmiendo y sostendré mi alma en el momento en que me arrodille a tus pies.
Y sujeto tu mano con la mía cuando estoy durmiendo y sostendré mi alma en el momento en que me arrodille a tus pies.
1 comentarios:
Unas palabras muy bellas mi amigo, y una gran reflexión. Quizás para mí también exista esta adicción, aunque nunca lo sabré.
Publicar un comentario