Manos... pon tus manos sobre las mías; y cicatrices... muéstrame todas aquellas que ocultas. No te preocupes si tus alas están rotas porque siempre que lo necesites te cederé las mías hasta que las tuyas puedan desplegarse y surcar los cielos; porque yo siempre estaré junto a ti.
Se que podemos encontrar una manera de salir adelante y aunque no podamos encontrar el cielo, recorreré el infierno contigo; porque yo siempre estaré junto a ti.
Las lágrimas resbalan por tus mejillas y forman caleidoscopios en tus ojos. Y duele, porque sé que estás sufriendo, y yo también. Y es que eres todo lo que nunca creí necesitar; y el corazón a veces no se sabe por qué late. Atrévete a desafiar esos sentimientos; porque yo siempre estaré junto a ti.
Verdad... supongo que la verdad es en lo que crees; y fe... creo que la fe está buscando una razón. Seré tus ojos hasta que los tuyos puedan brillar. Seré tus brazos. Seré tu firme satélite y amigo fiel. Cuando no puedas volar, gatearé contigo con mis rodillas y manos; porque yo siempre estaré junto a ti.
0 comentarios:
Publicar un comentario