Por primera vez siento el tiempo como un latido, los segundos bombean en mi pecho de forma certera. Los numerosos misterios que en otro tiempo parecieron distantes e irreales, amenazaron la claridad en presencia de una verdad albergada no en la juventud, sino sólo en su paso. Al decir estas palabras siento como si se me quitara un peso de encima porque sé que tú las leerás y compartirás mi carga, pues ya no confío en nadie más.
Saber que conoces mi corazón, que profundizarás en él encontrando allí recuerdos y experiencias que te pertenecieron, que son tuyos, me sirve de consuelo ahora mientras siento como se liberan las ataduras y se oscurecen las perspectivas de continuar un viaje que comenzó no hace mucho tiempo, que reemprendí con la fé vacilante y que se fue fortaleciendo por tus convicciones. De no ser por ello, es muy posible que a partir de ahora no tuviera el valor ni la fuerza de tenerte frente a mi y mirarte incompleto, confiando en que me perdones por no continuar el resto el viaje contigo
1 comentarios:
bonita entrada
Publicar un comentario