Amar puede ser doloroso e incluso algunas veces puede dañar a quién no esperamos perjudicar. Sin duda, es algo que he aprendido con el tiempo. Por supuesto, hay momentos difíciles en los que amar se hace muy duro, siempre están rondando alrededor, y a pesar de ello, son esos momentos los que nos hacen sentir que seguimos vivos.
Sin embargo, amar también puede curar y recomponer las praderas yermas de un corazón helado; es otra de las cosas que he descubierto a lo largo de esta senda sinuosa y... dolorosa. Te prometo que cada vez será más fácil, recuérdalo con cada fibra de tu ser ya que será lo único que podamos llevar con nosotros cuando nos desvanezcamos.
Guardamos todos esos momento y amor en innumerables fotografías, construyendo recuerdos para nosotros mismos y así poder atesorar las emociones que nos despiertan. Creando lugares en donde nuestros ojos nunca se cierran, los corazones no se rompen y los momentos quedan para siempre congelados en el tiempo sin desvanecerse.
Con todas esas fotos, podrás crear tu paisaje estelar para que velen por tus dulcísimos sueños; puedan protegerte hasta que nuestras miradas se encuentren y nunca más te abandonaré. Llegarán tiempos y ocasiones en las que me dañarás sin quererlo, pero no te preocupes ya que sólo son palabras que se desvanecerán en el aire y sin embargo, estas estrellas siempre estarán protegiéndote. Siempre te esperaré. Nunca lo olvides
Así que guárdame en ese firmamento que cada noche lucirá para ti, debajo del cual debería estar junto al latido de tu corazón para no perderme ni un segundo de tu respiración. Y cuando me haya ido, recordaré cómo me besabas bajo ese manto estrellado en la oscuridad de tu habitación, oyéndote susurrar entre sueños... "te quiero"