Forman a los profesionales lentamente, nos observan practicando en todo tipo de situaciones, desafios, y luego en problemas reales. Nos hacen trabajar sin descanso. Nos crían como niños y con el tiempo cogen una bota y nos echan a patadas del nido.
Todos queremos crecer, estamos impacientes por ello, por aferrarnos a todas las oportunidades posibles de vivir. Estamos demasiado ocupados por abandonar el nido que no nos damos cuenta del hecho de que ahi fuera hace frío, mucho frío. De hecho, muchísimo. Porque madurar a veces significa dejar gente por el camino, y para cuando estamos sobre nuestros propios pies, ya estamos unicamente por nuestra cuenta.
0 comentarios:
Publicar un comentario