Es curioso como el principio y el final de una relación se parecen tanto. Dos completos desconocidos que no saben comportarse con naturalidad. ¿Quién eres? ¿Qué queda de lo que eras antes de mi? ¿Cuánto de nosotros hemos sacrificado para llegar a una Fantasía a punto de extinguirse?
El día a día me intenta sacar de estos pensamientos empujándome contra la realidad.
Una de las diferencias entre los desconocidos de antes de conocerse y los de después; los de antes quieren que todo suceda rápido, pero intentan hacerlo lentamente para exprimir las sensaciones al máximo. Los de ahora, queremos que pase cuanto antes, pero somos unos tullidos emocionales y prolongamos una agonía de la que no sabemos salir.
Caminamos hacia el fin. Él sale primero, sus pisadas parecen un "fade out". Echo un último vistazo al bodegón de escombros de mi corazón y contemplo mi derrota, mi vergüenza personal por última vez y aunque quiero gritar y llorar a lágrima viva, no lo hago. Trago saliva como si fuera anestesia y programo la extracción de todos mis órganos para las diez de la noche, cuando, una vez más, pueda permitirme sentirme miserable.
By Z&J