Envuelto y tan consumido por este dolor que si me preguntas no sabría ni por dónde empezar. Rabia, amor, confusión, son caminos que no van a ninguna parte. Pero se de la existencia de un lugar mejor, porque es donde siempre me llevas contigo.
Sostén en el arma en mi cabeza y cuenta; uno, dos, tres. Si eso ayuda a que me aleje de toda esta oscuridad entonces es lo que necesito. Y es que tu haces que cada minuto se haga más fácil y llevadero cuanto más hablo contigo. Aclaras mis más oscuros pensamientos y me haces sentir libre.
Dices que el espacio hará que todo sea mejor y que el tiempo hará que esta herida cure. Al oír esas palabra siento que no estaré perdido durante mucho más tiempo y que pronto no sentiré como si estuviese embrujado o cayendo en un oscuro abismo.
Vine a ti con la fe rota y me diste mucho más que una mano que me sostuviera. Me atrapaste antes de que chocase contra el suelo una vez más y me sentí de nuevo a salvo entre tus brazos.
Pero necesito saber... ¿Tomarás las riendas de esto si alguna vez pierdo el control? Si me quedo aquí parado ¿me llevarás de nuevo a ese lugar especial? ¿Podrás cuidar de un alma rota y vulnerable? Abrázame en este momento y dime que todo irá bien